Muchos dicen que los ríos son a los continentes como los riñones al cuerpo humano. Son los que hacen funcionar el aparato excretor, y las aguas de los ríos reflejan el estado de salud del medio externo.
En ello se centra un grupo de investigación de Biología Vegetal y Ecología de la Universidad Politécnica de Valencia. Estudia el fuerte impacto que suponen las repoblaciones forestales exóticas sobre el funcionamiento de los ríos (tanto en el propio agua, a raíz de su química, como en los organismos reinantes en ellos).
La cuestión es la siguiente: un río tiene un determinado ecosistema circundante, un tipo de vegetación de rivera. Los organismos reinantes del río están habituados a consumir la hojarasca que entra en él. Ahora bien, cuando cambiamos la vegetación natural por una exótica, no sabemos cómo van a responder estos organismos. No sabemos si utilizarán o no la materia orgánica, lo que puede provocar fuertes cambios tanto en estos organismos como en los procesos que se producen en el río.
La hojarasca es la fuente de energía de los arroyos pequeños. Este grupo de investigadores se ha centrado en la hojarasca de eucalipto, una especie que durante el verano pierde más cantidad de hoja, lo que se transforma en una mayor cantidad de energía para el río. Coincidiendo con un menor caudal, una mayor presencia de eucalipto supone un mayor alimento para los organismos de los ríos. Pero algunos estudios han demostrado que la hojarasca de eucalipto presenta algunos productos tóxicos (polifenoles) que pueden tener efectos negativos en el desarrollo de algunos organismos, si bien pasado un tiempo estos efectos nocivos desaparecen y la hojarasca de eucalipto puede ser utilizada normalmente.
Fuente Plataforma SINC; Imagen Andalucía Investiga
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